El monasterio
de San Juan de la Peña fue edificado en la cara norte de la sierra
que le dio nombre. Dista de Jaca unos 20 kilómetros y desde esta
ciudad se accede por la carretera que hacia poniente sigue el curso del
río Aragón por su margen izquierda coincidiendo con el Camino
de Santiago. A unos diez kilómetros un desvío bien señalizado
nos encamina hacia Santa Cruz de la Serós y desde allí por
serpenteante pista forestal asfaltada llegaremos al monasterio. También
puede llegarse por la vieja carretera que desde el pantano de la Peña
se dirige a Jaca, desviándonos a poniente a la altura de Bernués.
Muchas curvas y mala carretera, pero de camino podemos visitar Ena, Botaya,
Centenero, etc. Merece
la pena hacer un alto en un par de miradores que encontraremos en el ascenso
por Santa Cruz de la Serós. Desde ellos, la vista del Pirineo,
de la Peña Oroel tras la que se halla Jaca, y del propio caserío
de Santa Cruz son realmente magníficas. La imagen 8
muestra una espectacular nube de tormenta descargando abundante agua sobre el Pirineo (2001, 2003, 2004, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2016, 2017, 2018, 2019 y 2023).
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Al igual
que lo hago en otros monumentos, recomiendo encarecidamente la visita fuera de
temporada. Nuestras rutinas, los periodos vacacionales coincidentes, los
fines de semana o los cada día más frecuentes y amplios
puentes laborales no permiten disfrutar del lugar en sosiego. Es otro
de los tributos a pagar a la sociedad actual: trabajar al unísono,
hacer vacación en bloque... Y lugares como este no son para recorrerlos
como quien va a las rebajas de los grandes almacenes. Aglomeraciones,
empujones, voces destempladas, niños juguetones, móviles
que suenan... En fin,
que si te es posible sube cuando sea difícil hacerlo. Una de las muchas
veces que lo hice, el 3 de enero de 2006, la carretera era a intervalos
una pista de patinaje pero la recompensa -bien protegido contra el frío-
supone disfrutar del lugar y encontrarte con unas pocas personas que te sonríen
y saludan amablemente a veces en idiomas que no entiendes y que si estás
buscando un encuadre con la cámara esperan pacientemente a que
hagas la foto. Una delicia. Impensable en agosto. Es lo que hay.